Escuela para Padres de Atletas
Temporada 2023-2024
-No sé si quiero seguir nadando-
¿Quién conoce el futuro? La experiencia puede equiparnos con herramientas para discernir lo "predecible". Sin embargo, el afán por determinar lo que está por delante es mera especulación. El futuro deportivo de nuestro atleta en casa es similar, aunque lleguemos a intentar controlarlo. Si algo nos ha revelado el deporte es que la disciplina es poderosa y capaz de rebasar hasta el talento. Las influencias pueden marcar diferencias en el camino. Pero, el interés personal será el factor más determinante del futuro de nuestros hijos.
Como padres de atletas, llegaremos a buscar lo mejor a nuestro alcance con tal de potenciar su talenteso al máximo. Investigaremos a los mejores entrenadores. Prestaremos atención a los equipos más destacados del momento. Quizás, los enviemos al campamento de natación más popular o recomendado, aunque nos cueste un ojo de la cara. Pero, nada de esto garantiza el éxito.
¿Has enseñado a tu atleta cómo apropiarse de su deporte? Tenemos la oportunidad de aprender a pasar la antorcha a nuestros hijos progresivamente. En algún punto será vital soltar nuestra responsabilidad sobre sus actividades. De lo contrario, corremos el riesgo de volvernos locos todos en el proceso. Podemos comenzar desde lo más sencillo, permitiéndoles que preparen su propia mochila y lonchera. Los pequeños cambios en la redistribución de las responsabilidades conllevan un mensaje significativo. El poder de decisión que les otorgamos a nuestros atletas es una manera efectiva de demostrarles nuestra confianza. Cabe mencionar, que esta aventura deportiva pasa de ser un compromiso familiar a uno personal. La edad más significativa en el desarrollo de un atleta es alrededor de los quince años en adelante, la preparatoria. Si nuestro atleta en casa mantiene el interés por su deporte a través de esta etapa, es muy posible que su compromiso permanezca vigente hasta un nivel profesional.
Te comparto un dato personal. Como exnadador, entrenador y padre de una hija que se interesó en la natación, la experiencia de mi hija fue producto de su propia afición por el agua. Para mí, era muy fácil caer en el error de querer dictar su futuro basándome en mi experiencia. Ella comenzó con manifestar su interés por aprender los cuatro estilos. Después, expresó el deseo de entrar al preequipo. Siguiente, entrenar toda la semana para llegar a las competencias. Entonces, se propuso la nueva meta de ingresar al equipo competitivo. En este punto tuvimos una plática sobre los cambios de vida necesarios hacia una vida de alto rendimiento. Para ella, alinearse con los requisitos del programa y su convicción personal. Para mí, mantenerla honesta a sus metas y compromiso. Durante todo este proceso consideré que lo más importante era que ella tuviera la oportunidad de ser una niña, una adolescente y una persona completa. Se propuso llegar hasta los nacionales y lo logró, en más de una ocasión. Justo antes del bachillerato, luchaba entre continuar nadando o tomar una ruta diferente. Aquí tuvimos otra plática definitiva. Al final, su interés por otros temas como las artes y la música definió su siguiente etapa de vida y estoy contento por ella.
Como padres de atletas, mirar hacia el futuro es más sencillo al recordar que su vida no depende del deporte. La natación, el atletismo o cualquier otra actividad similar son solo una pequeña parte de su potencial como personas. Si permanecen en la carrera, es ganancia, y habrá que reafirmar compromisos. De lo contrario, habrá sido una gran experiencia. A veces, la paz que nuestros hijos necesitan será tan evidente como la paz que tengamos con sus decisiones. Si ellos están bien, nosotros también. Y recuerda, siempre tendremos la etapa Masters.
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